2011H-57

¡Bienvenido a esta acogedora casa en Corumbela, cerca de la famosa Cómpeta, a media hora de Vélez-Málaga y el mar, y a solo una hora del aeropuerto de Málaga! Corumbela es un lugar mágico para experimentar la auténtica España. Este pintoresco pueblo blanco, enclavado en una ladera cerca de la montaña Maroma, ofrece impresionantes vistas al mar Mediterráneo e incluso a las montañas del Rif marroquí.  Forma parte de la Ruta Mudéjar y conserva su auténtico encanto español con una comunidad entrañable de alrededor de 300 personas.  Cuenta con comodidades modernas junto a tradiciones antiguas como la elaboración de pan al horno de leña (celebrada anualmente).  Rodeado de parques naturales, ofrece rutas de senderismo y fácil acceso a pueblos más grandes, manteniendo su asequibilidad.

No es un pueblo diseñado para coches, por lo que tendrá que aparcar a pocos metros de la propiedad y caminar por la calle empedrada para llegar a ella. Se trata de una propiedad tradicional, muy bien conservada e impecable, con muros gruesos y características asombrosas.  Tiene varios niveles y hay varios escalones entre las habitaciones, lo que le en forma. Entramos a través de un pequeño porche descubierto que conduce al comedor y la cocina. Equipada con fuegos de gas, frigorífico-congelador y agua filtrada, incluso tiene una hermosa chimenea tradicional de leña. Hay un lavavajillas y una lavadora a la entrada de la casa, desde donde se baja unos escalones a la planta inferior que cuenta con un baño completo, un dormitorio principal con balcón y armario de cuatro puertas y otro dormitorio grande con sofá cama. Desde la planta de la cocina, hay otros cinco escalones que conducen a la planta superior con una agradable y luminosa sala de estar con rincón de estudio y salida a una hermosa terraza que ofrece vistas infinitas: en un día despejado, llegan hasta el mar Mediterráneo. Debajo de la zona de la cocina, hay un amplio trastero que no tiene la altura completa pero es ideal para almacenar o aparcar vehículos pequeños como bicicletas o motos, por ejemplo, con acceso desde la parte inferior de la calle. Si desea respirar naturaleza, comer bien, integrarse en una comunidad muy lugareña y hablar con sus vecinas María o Pepa, pero estar bien conectado (por carretera e internet) con unos costes de vida realmente razonables o incluso bajos, esta es la casa adecuada. Está lista para entrar a vivir y se ofrece completamente amueblada (excepto artículos decorativos y personales). ¡Reserve su visita a esta encantadora propiedad ahora!